Los cachorros necesitan aprender muchas cosas antes de llegar a la etapa adulta, entre ellas necesitan relacionarse con otros perros para poder desarrollar unas habilidades sociales adecuadas. Sin embargo, desde hace un tiempo se ha venido produciendo un exceso de socialización por parte de muchas de las personas que incluían un cachorro en su vida. Nos han asustado con la denominada «ventana de socialización», que abarca los primeros meses de vida de nuestro perro y es cuando ese cachorro está más preparado para «absorber» información. Nadie dice que ese período crítico no existe, pero hemos llevado a los perros a una sobreestimulación que ha generado un montón de adultos con problemas sociales. Descubre en este post los secretos de una adecuada cantidad y calidad en la socialización temprana de tu cachorro.
Análisis de las relación entre la exposición social temprana e informes de agresión en perros
Un cuestionario completado por 783 participantes fue empleado para cuantificar la cantidad y la edad de experiencias de exposición social temprana en perros domésticos con distintos niveles de agresión perro-perro.
Todos los perros estaban entre 1 y 3 años en el momento del estudio, habían sido adquiridos como cachorros a la edad de 10 semanas o antes, y pertenecían a una amplia variedad de razas.
Los participantes aportaron la siguiente información sobre sus perros:
1) la edad a la cual habían sacado por primera vez a zonas públicas a sus cachorros, tales como calle, playa, o parque.
2) el número de perros desconocidos que su cachorro conoció y el tiempo transcurrido con ellos por semana.
3) si fueron ellos quienes restringieron la exposición social de su cachorro debido a sus miedos o comportamientos agresivos.
4) si su perro alguna vez había mostrado comportamientos agresivos hacia perros desconocidos.
La edad media del incio de la exposición social pública fue de 13,2 semanas, con un 51,6% de los cachorros iniciando dicha exposición social pública antes de la vacuna final de su curso de inmunización primaria.
En un 34,1% de las respuestas, los participantes informaron que ellos habían previamente visto a su perro desarrollar agresión hacia algún perro desconocido.
La restricción de la cantidad de exposición social que los cachorros recibieron fue impuesta por los «propietarios» para el 32,6% de los perros etiquetados como agresivos (independientemente del tiempo de inicio de exposición social pública) debido al comportamiento de su propio cachorro durante sus primeras 8 semanas de exposición social pública. Esto fue significativamente mayor que en perros no agresivos en un 9,1%.
Un modelo matemático construido por los autores de este estudio demostró que cada semana que el «propietario» esperaba para comenzar la exposición social pública se reducían en un 4,2% las probabilidades de que su perro llegara a ser agresivo con otros perros al llegar a la etapa de adulto.
No hubo cambios significativos en las probabilidades de llegar a ser etiquetado como agreviso con otros perros con el aumento del tiempo pasado con perros desconocidos o con el aumento en el número de perros conocidos por semana en áreas públicas durante las primeras 8 semanas de exposición social pública.
Estos resultados sugieren que las experiencias negativas sucedidas cuando cachorro o jóvenes pueden predisponer a los perros a comportamientos agresivos en edades más avanzadas. Por otro lado, la exposición temprana de los cachorros en áreas públicas no está correlacionada con la reducción de las probabilidades de agresión perro-perro en los adultos.
Véase: Wormald, D., A. J. Lawrence, G. Carter & A. D. Fisher (2016). «Analysis of correlations between early social exposure and reported aggression in the dog.» Journal of Veterinary Behavior-Clinical Applications and Research 15: 31-36.
¿Cómo puedes aplicar esto en tu día a día? Las etapas de cachorro y de perro joven son dos de las etapas más complicadas para la mayoría de los individuos, y por supuesto para nuestra convivencia con los perros. Hace bastantes años que muchos profesionales caninos vienen recomendando las virtudes de socializar correctamente al cachorro, especialmente en la denominada "ventana de socialización" (que en teoría acaba antes de los 4 meses). Sin embargo, cada vez más estudios están demostrando que por tratar de hacer un bien, nos estamos "pasando" con los cachorros y los estamos hiperestimulando pensando que los estamos socializando correctamente y "a prueba de balas". En concreto, este estudio echa por tierra la necesidad de que nuestro cachorro tenga que ver a muchos otros perros durante mucho tiempo para que luego sea un adulto "socializado". Particularmente, trata de advertirnos sobre los riesgos de las malas experiencias en esta etapa, que pueden forjar una personalidad con tendencia hacia determinados comportamientos negativos, etiquetados aquí como "agresivos". Como en casi todo, la naturalidad de nuestras actividades, la normalidad de las cosas, la progresividad como herramienta en el aprendizaje, el punto intermedio es el más razonable. Evidentemente, tan malo es que nuestro cachorro conozca a 50 perros todos los días, como que no conozca ninguno en 2 meses... Por tanto, si tienes o prevees incluir en tu vida un cachorro, recuerda que no es necesario organizar cada paseo como una "fiesta del cachorro" donde el exceso temprano, lejos de dar estabilidad, terminará generando un adulto con problemas.
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Hola muy buenos artículos!!
Tengo un stafford de 2,5 años, sin problema con ningún perro excepto con los dominantes….Que no acepta que lo denominen!! Por lo demás super bien. Es muy alegre y tan juguetón que es pesado de más.
Quería saber si por estar ahora un par de meses sin relaciones con otros perros se » des-sicializara» y tendrá problemas a su vuelta a la normalidad.
Gracias y enhorabuena por el trabajo
Buenas tardes, Pilar. En primer lugar, darte las gracias por dejarnos tu comentario y confiar en el trabajo del equipo de La Brújula Canina. Por decirlo de una forma sencilla y breve, podríamos decir que las habilidades sociales de los perros serían algo similar al clásico ejemplo de montar en bicicleta. Las habilidades sociales de los perros no usadas durante algún tiempo en muchos casos se van perdiendo poco a poco, pero el aprendizaje que tuvo ese perro en sus experiencias pasadas permanece «vivo» durante mucho tiempo, de modo que puede recuperarse. No obstante, dos meses no es un período excesivo, dependiendo del perro, entorno y algunos otros factores (como genética y experiencias), es posible que no le afecte demasiado. Al margen de ello, te recomendamos que revises este artículo relacionado con el tema de la dominancia: http://labrujulacanina.com/dominancia-perros-domesticos/. Si podemos ayudarte en algo más, por favor, no dudes en decirnos. Gracias de nuevo, Pilar, un abrazo,