Hoy nos gustaría traerte un libro que estamos seguro cambiará tu manera de entender a tu perro: «CÓMO NOS AMAN LOS PERROS: Un neurocientífico y su perro adoptado decodifican el cerebro canino». Gregory Berns, doctor en medicina y Profesor distinguido en la Universidad de Emory (Atlanta, Estados Unidos) nos cuenta la maravillosa y divertida historia de cómo está consiguiendo junto con su adoptada perra Callie descodificar el cerebro canino hasta unos puntos impredecibles hasta hace muy pocos años. Un libro divertido sobre el pensamiento y las emociones caninas, cargado con un trasfondo científico sin precedentes. Descubre en esta revisión los puntos fuertes de este más que recomendable relato.
«Cómo nos aman los perros: Un neurocientífico y su perro adoptado decodifican el cerebro canino».
2013. Gregory Berns. Dogalia. 256 páginas.
No cabe duda de que la inmensa mayoría de las personas que conviven con perros los aman, o al menos los amaban el día que tomaron la decisión de incluirlos en sus vidas.
Sin embargo, debemos considerar que hay muchas formas de amar, tantas como individuos, e incluso diría que todavía más que individuos.
Una misma persona puede amar y de hecho ama de distintas maneras en función de a quién, y con frecuencia no son ni mejores ni peores formas, si no diferentes expresiones de una misma emoción que puede mostrar infinidad de matices.
Bajo mi opinión personal, para amar es necesario tener un mínimo de empatía por el ser supuestamente amado. Es decir, para amar a otra persona, deberíamos de hacer un ejercicio básico de ponernos en su lugar, para tratar de comprenderla y amarla así desde el respeto. Sin embargo, la situación descrita se puede llegar a complicar mucho cuando consideramos relaciones interespecíficas (entre especies distintas), como puede ser la relación entre perros y personas.
Comprender a otras personas puede ser complicado muchas veces, imagínate ahora tratar de entender a individuos de otra especie.
Libros como el que te presentamos hoy nos permiten entender mejor a los perros, cómo piensan y cómo sienten. Así que, el título «Cómo nos aman los perros» perfectamente podría ser «Cómo amar a los perros». Aunque para amarlos obviamente no basta con solo conocerlos, aún después queda bastante más camino por recorrer juntos.
Hasta hace algunos años lo que Gregory Berns ha conseguido era algo propio de una película de ciencia ficción. «Fotografiar» el cerebro de los perros para conocer dónde se encuentran sus pensamientos y emociones, y cómo funcionan…
Incluso dicho así, pensado dos veces, aún me pone los pelos de punta. Pero sí, efectivamente, Gregory y su equipo lo están consiguiendo. Y no solo con Callie, su divertida perra adoptada, sino también con un tamaño mayor de muestra, generando resultados mucho más robustos y consistentes.
Empezamos a conocer cómo piensan nuestros perros. Dónde se encuentran en su cerebro todos y cada uno de los receptores que generan la información cognitiva. Y comenzamos a saber cómo funcionan, con rigurosidad científicas, las emociones de los perros.
Es curioso que hasta hace muy poco tiempo, incluso hoy en día, había personas que dudaban que los perros muestran unas emociones con una gran similitud a las de los seres humanos. Hace poco alguien en el blog, supuestamente con una formación superior en psicología humana, nos apuntaba que es una humanización pensar que los perros pueden expresar sus emociones, que esto es una característica única de las personas. Si no tienen capacidad de expresar las emociones, ¿para qué la evolución les ha dotado de tales procesos? Así que, indirectamente, estaba asumiendo que los perros carecen de emociones…
Este libro y la infinita lista de publicaciones científicas sobre las que se sustenta deberían ayudar a erradicar por completa la idea de que los perros no piensan y sienten de una manera inquietantemente similar a la nuestra.
Aparentemente, nuestros cerebros son más parecidos a los de los perros de lo que habíamos pensado hasta hace algunos años. Es cierto por supuesto que existen diferencias, algunas notables, pero todo apunta a que sus pensamientos y emociones tienen muchas bases comunes con las humanas. Probablemente en ocasiones expresan externamente esas emociones de forma diferente, pero las denominadas «expresiones emocionales» no están siempre tan alejadas en esta comparación entre especies.
A lo mejor lo que sucede es que a algunos lo que les duele es que no seamos tan diferentes, puesto que eso implica que su ego se queda progresivamente desprovisto de argumentos para sostenerse.
Gregory Berns nos cuenta en este libro sus infinitas limitaciones para llevar a cabo una de las investigaciones que más está cambiando la forma de entender a los perros: su «PROYECTO «PERRO». Nos cuenta aspectos tan interesantes como las trabas administrativas y legales para realizar la experimentación con resonancia magnética a los perros o los problemas de entrenamiento de los perros para mantenerse completamente inmóviles en el «tubo».
Es una historia de constancia, de fe en lo que hacía y quería hacer, ciertamente llena de motivación para cualquiera.
Pero Gregory en este libro es humilde. Asume las limitaciones de sus resultados y admite la necesidad de continuar aprendiendo. Esa honestidad no es fácil de encontrar hoy en día en la vertiginosa moda del mundo profesional del perro, independientemente de la especialidad, desde el investigador hasta el educador o adiestrador canino. Este gran Gregory ha sido la primera persona en el mundo, junto a su equipo de trabajo, incluida su perrita Callie, en comenzar a descodificar el cerebro canino. Debería tenérselo muy creído.
También me gusta mucho de este libro que da una visión diferente a muchas personas de lo que es la ciencia.
Yo soy científico de formación, he estado durante más de 15 años haciendo ciencia. Tengo la fortuna y la desdicha de conocer las limitaciones y las potencialidades de la ciencia desde dentro. Pero hay un desconocimiento social preocupante sobre a qué se dedican los científicos, en concreto, los científicos del comportamiento canino.
Aunque siempre hay muchas excepciones en toda regla, el avance en el conocimiento a través del método científico ha sido fundamental a lo largo de la historia de la humanidad. Antes ni siquiera de que se le llamara ciencia.
Aunque haya quien no lo sepa, la etología canina es una ciencia (eto= comportamiento; logos=ciencia), y gran parte de las bases de la educación canina (disciplina que aplica el conocimiento de la etología) están sustentadas en conocimientos adquiridos a través de la ciencia.
Y tenemos que dar las gracias a Gregory Berns por mostrar a esa parte de la sociedad que aún tiene sus reservas la importancia de la ciencia para el avance del conocimiento canino, aparte de por supuesto presentar y desarrollar esa ciencia de una forma ética y respetuosa con el perro.
Este libro es muy recomendable si buscas leer un relato ameno y divertido sobre el mundo de la ciencia canina de élite mundial, sustentado en todo momento por una exquisita rigurosidad derivada de una profunda revisión bibliográfica. También es más que recomendable si quieres cambiar la negativa forma en la que ves la ciencia y el mundo canino.
No te lo recomendamos si buscas un libro científico donde los autores describan sus avances, pues es un libro de divulgación, y casi ni siquiera, más bien una novela empática. Tampoco te lo recomendamos si esperas que te den las respuestas a todo, de hecho encontrarás algunas respuestas, pero sobre todo nuevas preguntas a las que hay que buscar una contestación.
Por último, no te lo recomiendo si no te gusta leer y lo que buscas son datos y metodologías de educación canina, pues no es un libro donde aprenderás de perros, si no que es un relato donde disfrutarás leyendo una historia con perros, con un mensaje final muy claro: sí, los perros nos aman, ¿los amamos nosotros?
Si quieres aprender más sobre neurociencia canina, puedes revisar las publicaciones científicas de Gregory Berns, como por ejemplo las siguientes:
- Berns, G. S., A. M. Brooks, et al. (2012). «Functional MRI in Awake Unrestrained Dogs.» Plos One 7(5).
- Cook, P. F., M. Spivak, et al. (2014). «One pair of hands is not like another: caudate BOLD response in dogs depends on signal source and canine temperament.» Peerj 2.
- Berns, G. S., A. M. Brooks, et al. (2015). «Scent of the familiar: An fMRI study of canine brain responses to familiar and unfamiliar human and dog odors.» Behavioural Processes 110: 37-46.
- Berns, G. S. and P. F. Cook (2016). «Why Did the Dog Walk Into the MRI?» Current Directions in Psychological Science 25(5): 363-369.
José Miguel Castillejo
[ Título original: «How dogs love us: A Neuroscientist and His Adopted Dog Decode the Canine Brain » ]
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He escuchado hablar bien de este libro, pero todavía no lo he leído.
Leyendo tu artículo en un primer momento me ha dado la impresión que es un libro con bastantes datos científicos, cuya información luego puede ayudar a entender mejor y tratar de forma más eficiente los problemas emocionales de los perros. Pero luego veo que no, que sin perder rigurosidad es más una novela que un libro de conocimientos científicos.
De todas maneras seguro que es interesante y se aprende algo. Miraré de comprármelo 🙂
Efectivamente, David, es un libro donde Gregory Berns nos cuenta su historia en primera persona sobre cómo llegaron a poder investigar el cerebro canino. No obstante, aunque no es un libro sobre etología canina como ciencia, está sin embargo apoyado en bastantes citas de publicaciones científicas en las que puedes profundizar sobre los temas vinculados. Finalmente, Gregory es profesor de Universidad e investigador científico. Muy recomendable para leer algo ameno, cargado de motivación sobre el interés en entender más y mejor a los perros.
Vale, pues me lo apunto a la lista de libros para comprar. Gracias.
Y te hago un apunte. A mí personalmente me resulta interesante que escribas algún artículo revisando libros que valen la pena sobre perros, así que por mi parte te animo a seguir haciéndolo 🙂
Muchas gracias a ti, David, por seguir nuestras publicaciones. Gracias también por tu recomendación. La sección de «Libros de perros» tiene además muy buena acogida normalmente, de modo que la trabajaremos más y mejor. Un abrazo,
Por supuesto que voy a leer el libro.
No tengo la menor duda de que los perros tienen y expresan emociones. Más bien somos los humanos que no sabemos «ver».
Muchas gracias por tu comentario, Gloria. Seguro que te gustará, es un libro ameno y divertido, lleno de empatía hacia los perros, sin abandonar su profundo trasfondo científico. Así es, como comentas, con frecuencia no sabemos ver lo que nos están tratando de decir. Un abrazo, Gloria,