Todos queremos ser felices con nuestros perros y que ellos lo sean con nosotros. Las claves de la felicidad conjunta son más sencillas de lo que piensas. Te traemos en este post las 11 reglas de oro para conseguirlo sin que gastes un solo euro.
«¿COMO CONSEGUIR QUE NUESTROS PERROS SEAN FELICES?».
11 Reglas de oro para conseguir la felicidad mutua con nuestros peludos
Uno de los retos más complicados, pero al mismo tiempo la misma razón de incluir un perro en nuestras vidas (al menos en un origen), es alcanzar ese momento de felicidad mutua entre tu perro y tú. A pesar de que es algo que debería manar innato, en la sociedad actual conseguir dicha meta no resulta nada fácil. En este post te intentamos dar las claves para iniciar el camino de la felicidad compartida entre tu perro y tú.
Lo primero de todo, ¿eres feliz tú?
Los perros son nuestro espejo, y, antes o después, la mayoría se acaban pareciendo a nosotros.
Difícilmente vas a poder conseguir que tu perro sea feliz si tú no estás feliz contigo mismo.
Creo que es muy complicado el caso de un perro feliz que conviva con una persona amargada, aunque excepciones, como en todos los mundos, siempre hay.
En caso de que seas alguien bastante infeliz, mi primera recomendación es que trabajes contigo mismo antes de incluir un perro en tu vida. Si ya la compartes con uno, y la infelicidad te atiza con su mazo, entonces te verás obligado a trabajar en paralelo.
1. Déjale ser perro.
El amor debería de nacer de la aceptación del otro, siendo esto especialmente importante ya que, además, el otro pertenece a una especie que no es la humana.
Dejarles ser perros supone, primero, saber qué es un perro realmente, y, segundo, aceptar dicha entidad.
Debemos de ser consecuentes, y pensar y repensar que no son pequeños humanos de cuatro patas.
Tu perro solamente podrá ser feliz cuando decidas aceptar su realidad como perro.
Le gustará hacer algunas cosas que a ti no, y en algo tendrás que ceder si no quieres convertirlo en un ser vivo infeliz toda su vida por no poder ser lo que realmente es.
2. Quiérelo, dale todo tu amor.
Aunque parece muy evidente, este criterio no siempre se cumple, al menos no con la calidad que debería presentar (no todo es cantidad). Un perro no es solamente un bicho de cuatro patas que come, caga y va al veterinario.
La felicidad de un perro no pasa por cuánto dinero te gastas en él, pues de hecho eso es algo que a él le importa bastante poco, hasta el punto de que no entiende el valor de un papel y, probablemente, si pudiera elegir, tampoco lo querría entender.
Dale todo tu cariño a tu perro. No soporto cuando me dicen «es SOLO un perro». Estos «perros» son algunos de mis mejores amigos, con ellos paso más tiempo que con ningún otro ser vivo. Creo que con eso queda más que justificado que les demos todo nuestro amor. Eso sí, no son bebés, son perros…
Y en ello, el contacto físico juega un papel esencial. Hay perros que no disfrutan de determinadas maneras de interaccionar físicamente contigo, pero no te quepa duda de que, antes o después, podrás encontrar (si estás interesado en ello) la manera de conseguir ese contacto piel con piel que tantos beneficios puede aportaros a ambos.
3. Dedícale tiempo.
Ninguna relación funciona si no le dedicas tiempo, ninguna. Tu perro no entiende si tienes muchas cosas que hacer.
Tu perro solo entiende si le dedicas tiempo a cuidar vuestra relación o, por el contrario, te escudas detrás de un montón de excusas que te impiden atenderle: trabajo, pareja, familia, ocio,…
Tío, incluir un perro en tu vida fue tu decisión, no la suya, ¿por qué ahora le fallas tú?
Tu perro debería ser una de tus prioridades, recuerda eso. Si más adelante ves que algo falla en tu relación con él, deberías considerar este aspecto de nuevo.
4. Tenle empatía.
Aparte de que es un perro, y tienen muchas necesidades y gustos diferentes a los nuestros de hacer las cosas, aunque fuera humano… ¿estás teniendo en cuenta cómo es tu mejor amigo? ¿Te has puesto en su lugar?
Tu perro también pasa hambre y sed como tú, se cansa como tú, tiene días buenos y malos como tú,… y tiene, y probablemente diferente, una personalidad individual (¿como tú?)…
Ponte en su lugar, trata de entenderle y darle toda tu ayuda y protección. ¿Te has parado a pensar la cantidad de cosas que decidimos en la vida diaria de la mayoría de nuestros perros?
Cuando, donde y como salir, hacer sus necesidades, con quien relacionarse,… el listado es tan interminable que podríamos llegar a autoetiquetarnos de «dictadores domésticos».
5. Se sincero.
¿De qué crees que sirve tratar de engañar a tu perro? Todos queremos tener a alguien al lado que cuenta cómo se siente, y no que mande mensajes contradictorios entre su mensaje y su lenguaje no verbal.
No hay nada peor para una relación que no ser sincero. No trates de engañar a tu perro, tu perro sabe perfectamente cómo te sientes, muchas veces incluso mejor que tú mismo.
Atrévete a ser honesto con tu perro, te puedo asegurar que muchas cosas van a cambiar a partir de entonces. Esa manera en ocasiones forzada que tenemos de darle los premios permanentemente, como si habláramos con bebés humanos, tiene que ser considerablemente molesta para un perro adulto si no estás siendo tú mismo, ¿no crees? Trátalo como lo que es, un ser vivo que probablemente es más capaz que tú de sobrevivir por sí solo (antes de que los atontemos, claro).
6. Sorpréndelo.
A todos (o casi) nos gusta que nuestros amigos o parejas rompan la rutina de vez en cuando. Es cierto que los perros son animales de rutinas relativamente fijas, pero, ¿alguien realmente piensa que a tu perro le desagradará que organices una excursión un par de veces al mes?
Sé creativo en las actividades que compartes con tu perro. La creatividad es una muestra de que tu interés por vuestra relación está aún vivo.
7. Planifica actividades comunes.
Es muy bueno que tu perro tenga un grado de independencia considerable (ver siguiente punto), pero es aún mejor si también incluís en vuestras rutinas actividades que a ambos os guste hacer. ¿Os gusta correr? ¿tal vez daros un chapuzón en el río? ¿dar paseos?
Trata de pensar en qué puedes coincidir con los gustos de tu perro, es tremendamente gratificante tener un amigo con el que puedes compartir las actividades que más te gusta hacer, ¿no crees?
8. Permítele realizar actividades independientes.
Igual de importante que compartir actividades juntos, también lo es tener vuestro punto de autonomía e independencia. Claro que esto en el caso de los perros en la mayoría de los casos no puede significar que se vaya de paseo solo de casa y que vuelva cuando quiera, que le dejas las llaves bajo el felpudo de la puerta… pero, ¿por qué te parece mal que juegue con sus amigos perrunos? ¿qué se atreva a irse con ellos durante el paseo a hacer algo que a todos les apetece y comparten?
Dentro de unos límites, favorecer la independencia de tu perro significa fortalecer su autoestima y mejorar vuestra relación, créeme que creando un perro hiperdependiente de ti no estás consiguiendo vuestra felicidad mutua, si no solo la tuya, y probablemente ni eso.
9. Confía y perdónalo.
Todos cometemos errores, y tu perro también. Debes aprender a «perdonar» que un día se fue y cruzó la carretera o que un día estaba más irritado que de costumbre y te sacó los dientes por un trozo de pan.
¿Por qué siempre pensamos que eso es el comienzo de un largo problema de conducta en el que el perro (catastróficamente) comenzará a volverse loco para finalizar queriendo conquistar el mundo?
A veces esas cosas pasan, y tienes que aprender a volver a confiar en tu perro.
No con ello significa que no pueda volver a pasar, o que no sea el indicador de una cascada de problemas de conducta, pero no seas paranoico y dale otra (o varias más) oportunidades.
En la mayoría de los problemas de conducta de los perros el componente inducido por nosotros es muy elevado.
10. Olvídate de las malditas idealizaciones.
La sociedad ha generado una serie de «clichés» (en mi opinión, muchos horribles) sobre lo que debería de ser un perro. Una lacra que miles de perros continúan pagando hoy en día, en cada esquina, en cada rincón.
Te seré sincero. Tu perro es único, tiene una personalidad como él solo, y le gusta hacer y deshacer unas cosas de una manera que probablemente no se pueda comparar con ningún otro. Ni siquiera las razas, ni siquiera los hermanos de una camada… ni siquiera ellos son iguales.
Observa a tu perro y entiéndelo. Con algunas cosas vas a tener que pencar y aguantarte.
No todo es «solucionable» y, aunque lo fuera, no deberías desear que fuera así. ¿Te gustaría a ti que te solucionaran tu pasión por el fútbol o tu interés por la lectura para que así fueras el humano perfecto que no corre detrás de una pelota o que no pierde el tiempo leyendo libros?
11. Esfuérzate.
No seas vago. La felicidad está en esforzarse. Cada mañana deberías levantarte con la ilusión de disponer de otro día más para disfrutar de tu perro.
Cada día importa, cada día es maravilloso si te esfuerzas en que así lo sea. Crear una vida feliz mutua depende SOLAMENTE de ti.
No te excuses en «sus» problemas de conducta (que son los tuyos también), en la falta de dinero o de tiempo, no te excuses en nada. Con nada (literalmente) podéis ser felices si os esforzáis.
Hagamos una prueba. Os invitamos a coger papel y lápiz y valorar del 0 al 10 cada una de estas 11 facetas de la felicidad con tu perro. Si suspendes el examen, hay algo grave en vuestra relación. Si no obtienes un 10, todavía podéis ser más felices.
«La felicidad está siempre contigo aunque no lo creas, piensa en positivo y mira la vida de diferente forma».
Y tú, ¿eres feliz con tu perro? ¿Has tenido en cuenta también su propia felicidad, y no solo la tuya? Estamos deseando escuchar tu historia, ¡Cuéntanosla!
Si te ha gustado este artículo, y crees que con ello podemos aportar nuestro grano de arena para restaurar una parte de la felicidad de nuestros perros, por favor, compártelo.
Me parece precioso todo lo q scribes, tengo dos gatos y una perrita d 4 meses, y es verdad, cuando se me muriò mi anterior perrita, sentì un vacio y una pena q he podido llenar con la llegada d Hada, la quiero como q la tuviese d hace años y creo q ella siente lo mismo por mi, me mira, me lame yla verdad esque me ha salido muy buena y obediente. Sufro mucho cuando leo o scucho lo q les ha pasado a otros animales, q no merecen con el amor q transmiten q nadie les trate mal. Muchas gracias, voy a dar un achuchòn a mi bichita q stà en la habitaciòn y ya la stoy echando d menos…
Muchas gracias por tus palabras, Mayte, y por compartir tu emotiva historia con nosotros. Ciertamente cada uno debe elegir cómo y cuándo incorporar un nuevo miembro canino en la familia, y a veces los momentos no se eligen. Enhorabuena por amarla, quererla, y cuidarla. Efectivamente, muchos perros no tienen tanta suerte, así que sentiros afortunadas de teneros la una a la otra. Un abrazo, y gracias de nuevo, Mayte
Gran artículo y 100% cierto. Una de las reglas más importantes bajo mi punto de vista es el amor que debemos dedicar a nuestros peludos. Conocimos mi hermana y yo la historia de un peludo de 3 años y 9 meses (mestizo de labrador negro) obeso, sucio y en pésimas condiciones. No era lo que esperábamos pero no olvidaremos jamás su mirada. Y esa fue la que nos impulsó a sacarlo de ese entorno y ofrecerle una nueva vida. Llegó con muchos traumas y totalmente desconcertado. Temía a las personas con muletas o con bastón y a las mujeres con cabello rubio y largo. Así era su anterior propietaria y muy posiblemente fue maltratado. Aquel 9 de noviembre de 2014 llegó a nuestra casa. Y durmió casi 24 horas. El amor y solo eso es lo que ha hecho que nuestro perro cambie por completo. Ya no tiene miedos y lo queremos con locura. Lo llamamos R desde el principio quisimos cambiarle el nombre y desde el primer momento, respondió a el como si comenzase a vivir con su nueva identidad por primera vez. Amigos dar sin esperar recibir es mi lema en la vida, y os aseguro que se recibe mucho más de lo entregado. R nos lo ha dado todo entregándole solo puro amor.
Que bonita historia, Monica, muchas gracias por compartirla con nosotros. Efectivamente, si hay algo, una sola cosa, que puede ayudarnos con nuestros perros, es el amor hacia ellos. Del amor nace la empatía, el respeto, nace el interés por conocerlos más… pero claro, hablamos de un amor basado en entenderlos como perros y no como humanos. Gracias por vuestra generosidad, y enhorabuena por el trabajo realizado. Ahora toca a disfrutar de los frutos recogidos que un día sembrasteis. Un abrazo,
Me gusta el artículo. Se merecen todo son los mejores amigos los más nobles y agradecidos. Sobre miy mi perro todos los vecinos nos odian algunos dicen q le llevé a la perrera… porqué no le gusta estar solo y muchas veces aulla o llora … que saben ellos como le voy a llevar a la perrera si le he recogido de la calle al pobre…bueno una lucha con ellos pero lo q no saben es q mi perro es un encanto .solo q tiene ese problema pero es bueno muy bueno. Gracias por ayudar a entender mejor a nuestros perros.
Gracias a ti, Elisa, por compartir tu caso con nosotros. Los perros, como las personas, no son ni deben ser perfectos. Todos tenemos problemas, y virtudes, y ellos también. De modo que es importante aceptarlos. Cierto es que cuando sus problemas hacen la convivencia socialmente complicada, debemos de ponernos manos a la obra para poder solucionar o minimizar dichos problemas. A veces también son un lastre emocional para ellos. Muchas gracias por tus amables palabras hacia nuestro trabajo. Te mando un abrazo, Elisa, 🙂
Me ha encantado, Jose!
Qué importante es dedicarle tiempo a tu perro! Y cuántas veces se descuida este aspecto. Gracias por la información que nos das y las alertas que enciendes en nuestras cabezas para que pensemos que son seres únicos, con unas necesidades distintas a las nuestras que debemos aceptar si queremos respetarlos como perros. Nos vemos el 28, en el curso de ASC en Pamplona.
Un abrazo, Dulce.
Muchas gracias por tus amables palabras, Dulce. Efectivamente, en esta sociedad donde siempre vamos con prisas, el bienestar emocional de personas y perros está frecuentemente deteriorado por no dedicarnos tiempo ni a nosotros ni a los que nos rodean. Efectivamente, nos vemos en pocos días en Pamplona para hablar de Ansiedad por Separación Canina (ASC), será un placer. ¡Hasta muy pronto, Dulce!
me encanto el artículo sobre los perreros.. . yo tengo a pirata al que adoro y con el ke disfruto muchooo de mil cositas desde una mirada , hasta un suspirito cuando le rasco. . nos queremos mucho es super cariñoso y el ser ke mas me esta ayudando a superar la muerte de mi madre . . . a la ke echamos de menos los dos cada dia mas y mas.. . muchas gracias.
Muchas gracias por compartir tu caso con nosotros, olga. Nos alegramos mucho de saber que disfrutáis de todos esos maravilloso momentos. Enhorabuena por tener esa relación. Te mandamos mucho ánimo, un abrazo,
Totalmente de cuerdo con todas y cada una de las palabras del artículo. Muchas gracias por compartir tus conocimientos y experiencia.Muy recomendable de leer para todos los amantes de los perros.
Muchas gracias a ti por tus palabras de apoyo, Cristina. Es muy gratificante que os guste nuestro trabajo. Esperamos seguir disfrutando de todos vosotros por mucho tiempo, 🙂
Es la primera vez que te leo y me a encantado aunque en algunas no puedo con una de mis niñas haci las llamo ya que tengo una muy miedosa y no goza mucho pero no renunció a seguir trabajando en ayudarla
Muchas gracias por dejarnos tu comentario, Inmaculada. Me alegro mucho de que te haya gustado, es muy grato saber que os gusta el trabajo que hacemos.
Te entendemos perfectamente, y no estás sola, con frecuencia sucede que no podemos hacer todo lo que nos gustaría con nuestros perros. Algunos persiguen bicis, otros ladran a las personas, otros se «pelean» con perros, otros tienen miedos completamente generalizados… lo importante, bajo nuestra opinión, siempre es recordar dos cosas: 1) por más que nuestros perros tengan problemas, los queremos mucho, y siempre siempre podemos hacer actividades con ellos que ambos podamos disfrutar; 2) a pesar de lo anterior, es nuestro deber tratar de mejorar los problemas de nuestros perros que limitan que podamos compartir con ellos más y mejores momentos de felicidad.
Te mandamos mucho ánimo y, por supuesto, si necesitas cualquier cosa, puedes escribirnos a la dirección info@labrujulacanina.com.
Gracias por compartir tu caso con nosotros, Inmaculada.
Os he conocido de rebote, como se descubren las cosas chulas. Me encanta el artículo, a veces es necesario que desde fuera me recuerden las bondades de nuestros perros y no centrarnos en las dificultades diarias cuando bien el entorno, bien por sus problemitas (nuestras erroneas decisiones) Gracias mil
Muchas gracias por tu comentario, Ana. Las sorpresas casi siempre son gratas, :).
Es un placer que te guste el artículo. Y no podemos estar más de acuerdo, nos pasa a todos en mayor o menos medida que a veces necesitamos que vengan de fuera para que valoremos ciertas cosas, es algo bastante humano.
Las dificultades diarias nos enseñan muchas cosas, y nos alientan a ser cada día más felices y esforzarnos para solucionar los problemas. En la perfección también hay imperfección o, dicho en otras palabras, los perros perfectos son muy imperfectos.
Gracias de nuevo por leernos.
Muy buen artículo! Me encanta.Ojalá no tuviera que trabajar tantas horas ! Ese es mi pesar…eso si, mi tiempo libre es para ellos.Y aunque sé que son perros…Yo les llamo mis «chicos» y son mi alegría.
Gracias por los buenos consejos!
Muchas gracias a ti por tu comentario, Ana María. Es un placer que te guste el artículo. Hay cosas que no se pueden cambiar, contra esas no se puede hacer nada, y no merece la pena desgastarse, mejor asumir la realidad. Sobre lo que se puede cambiar… a hacer el máximo esfuerzo. Te deseamos una vida muy feliz con tus «chicos», 🙂
Otro estupendo artículo, me encanta la empatía con los perros que transmites a través de tus escritos. Una gozada leerte.
Muchas gracias!
Un saludo.
Muchas gracias a ti por tus palabras, Aitziber. Es un placer enorme que te gusten, nos refuerza mucho para seguir.
Muchas gracias. Toda ayuda es poca para disfrutar y hacer disfrutas a nuestras mascotas como ellos se merecen.
Gracias a ti por seguirnos, Claudia. Totalmente de acuerdo, los perretes son nuestra familia y se merecen una vida feliz. Afortunadamente, cada vez disponemos de más y mejor información para conseguirlo, aunque la mejor herramienta que tenemos está dentro de nosotros, 🙂