Las personas que conviven con perros o desean hacerlo se enfrentan a un reto: los problemas de entendimiento entre dos especies diferentes. A pesar de que algunas personas pueden conocer de manera bastante acertada cómo llevar el día a día con un perro, ya sea de forma innata (sentido común) o ya sea por su experiencia conviviendo con otros perros anteriormente, hay otras muchas que necesitarán contratar los servicios de un profesional canino. De entre un amplio mercado actualmente, ¿sabrías tú cómo elegir el mejor educador canino para tu perro y para ti? Descubre con detalle en este post los secretos de una buena selección para un profesional del perro.
¿COMO ELEGIR A UN BUEN EDUCADOR CANINO PARA TU PERRO?
¿Quién es esa figura del educador canino?
Un educador canino es un profesional que gracias a su formación y experiencia es capaz de ayudar a otras personas a mejorar la relación y la convivencia con su perro.
Muchos educadores caninos comenzaron su interés en el mundo profesional a raíz de haber tenido algún perro cuyos problemas de comportamiento le obligaron a aprender y conocer mejor qué hacer en determinadas situaciones conflictivas.
Por ejemplo, muchos de nosotros hemos convivido con perros con miedos muy extremos, que mostraban comportamientos de agresión hacia otros perros o personas (o a ambos), que se escapaban cuando los soltabas, o que eran incapaces de quedarse solos en casa sin destrozar hasta el último trozo de mueble.
En mi caso, hace más de 10 años llegó Wily (con una sola “l”, incluso hasta en el propio nombre había problemas) a mi lado, repleto de graves problemas de conducta, algunos de ellos tan serios que hicieron tambalear durante mucho tiempo (no hablamos de días o meses) mi ciega fe en la solución. Poco a poco, las decisiones cada vez fueron más acertadas. La comprensión y respeto mutuo fueron aumentando con el tiempo, a la par que comenzó la que para mí, y ojalá que también él sienta algo similar, ha sido una de las historias compartidas de amor más bonitas que he vivido y, por todo lo que significa en su contexto, que probablemente nunca más viviré con la misma intensidad.
Llevándolo al extremo, recuerda (hay gente que lo olvida) que un educador canino NO es alguien que encuentras en el parque y ha visto algunos capítulos de ciertos programas televisivos, la mayoría de los cuales muestran una base bastante conceptual muy poco o nada rigurosa.
Por tanto, en la mayoría de las ocasiones el educador canino ya se ha equivocado previamente en la manera de afrontar estar situaciones, saben identificar los errores y conocen el camino más adecuado para solucionarlo. Dicho esto, al margen de experiencias propias y personales, obviamente cada profesional desarrolla una metodología de trabajo lo más afín a su manera de entender al perro.
¿Por qué contratar a un profesional educador canino? Pueden hacer más por ti de lo que crees.
El conocimiento social de los beneficios que puede aportarnos contratar a un educador canino es relativamente reducido. Normalmente, las personas que conviven con perros, ante una situación determinada en la cual hay un comportamiento que consideran inadecuado, tratan de solucionarlo por sí mismas y, cuando ya han probado varias (o muchas) alternativas y ninguna de ellas ha obtenido los resultados esperados, entonces buscan un profesional canino, cuyo precio sea asumible en función de la economía de cada familia y de sus prioridades de gasto.
Se da la paradoja que en la era de internet, cuando más fácil es encontrar información disponible, más difícil es encontrar información de calidad, por lo que muchas personas acaban aplicando metodologías tan peregrinas como la experiencia de la persona que escribió ese artículo en la red.
Se da la incongruencia de que muchas familias ven con normalidad gastar mucho dinero en aspectos como juguetes o abrigos (que muchas veces poco bien le hacen al perro, pues están más bien pensados para ser atractivos para la persona) pero ven demasiado costoso invertir en temas relacionados con entender a sus perros y hacerlos de verdad más felices a través de la comprensión y satisfacción de sus necesidades como lo que son, COMO PERROS.
Por supuesto, un educador canino puede ayudarte cuando tu perro desarrolla problemas de conducta.
Esa es una función muy importante de estos profesionales, pero, ¿te has parado a pensar la cantidad de dinero y tiempo que ahorrarías si los problemas nunca hubieran llegado a desarrollarse?
¿Y si hubieras acompañado a tu perro por la vida de tal manera que nunca hubiera tenido que llegar a ese extremo?
SIEMPRE es mejor prevenir que curar, y en comportamiento canino, esto aplica especialmente. Aquí os traemos algunas opciones por las que puedo contratar un educador canino:
1. ANTES DE INCLUIR UN PERRO EN TU VIDA.
Un educador canino puede ayudarte a saber qué perro es el más adecuado para tu familia, considerando factores tales como raza, edad, carácter, sexo, etc.
Es un error emprender un camino juntos de muchos muchos años y mucho tiempo de dedicación a la relación si es fruto de una mala elección inicial.
2. DURANTE LAS PRIMERAS SEMANAS DE TU PERRO EN CASA.
Un educador canino puede conseguir que los primeros días o semanas en la nueva casa sean el comienzo de una relación feliz de convivencia.
Tu perro estará contigo toda su vida (óptimamente), pero las primeras semanas de relación son fundamentales.
3. CUANDO TU PERRO HA DESARROLLADO ALGÚN TIPO DE PROBLEMA DE CONDUCTA QUE TE GUSTARÍA SOLUCIONAR.
Un educador canino debe ayudarte a solucionar o al menos mejorar en la medida posible los problemas de conducta de tu perro. No obstante, tendrá antes que eso hacerte ver qué son problemas de conducta realmente y qué no, pues a veces simplemente se trata de un «choque de culturas» derivado de la falta de entendimiento.
4. SIEMPRE QUE QUIERAS APRENDER MÁS DE PERROS.
Es un error pensar que si tu perro es aparentemente feliz no necesitas saber nada más sobre él o sobre vuestra relación.
¿Por qué no invertir algo de tiempo y/o dinero en estar aún mejor? ¿En entenderle?
Además, si continúas teniendo perros en el futuro, habrás ganado mucho recorrido.
5. SI HAS PROBADO EN TUS CARNES LAS CONSECUENCIAS DE LA EDUCACION O ADIESTRAMIENTO CONVENCIONAL.
Un educador canino que trabaje sobre los estados emocionales de los perros de una forma benigna puede hacerte plantearte cambiar el tipo de relación que tienes con tu perro.
¿Por qué no mirar un poco más allá de la zona de confort y ver qué tienen que decir otras opciones?
Al fin y al cabo, tu perro es tu mejor amigo, ¿verdad?, ¿qué no harías por tu mejor amigo?
Diferencias entre adiestrar y educar: los falsos y obsoletos mensajes, ahora disfrazados.
El adiestramiento canino cubre aquella disciplina relacionada con la conducta del perro destinada a enseñar determinados comportamientos a través de órdenes, palabras o comandos (hay infinitas formas de llamarlo, en función de cómo se quiera maquillar el grado de tiranía…).
Dentro de esta disciplina se puede incluir la desgraciadamente popular y tradicionalmente denominada obediencia básica (sentar, tumbar, andar junto, quieto, llamada,…).
Por tanto, un adiestrador canino puro (alguien puede ser adiestrador y educador) lo que te va a enseñar es a que sientes a tu perro a la orden, o que venga cuando le llamas (en teoría) esté haciendo lo que esté haciendo.
Lo que el avance en el conocimiento etológico nos ha demostrado ahora que empezamos a entender mejor a los perros (en gran parte gracias a los avances científicos) es que la mayoría de los problemas de conducta están relacionados con aspectos emocionales de los perros.
El miedo, el cimiento de casi todos los problemas de conducta, es una emoción, y los perros con miedos continuados o intensos acaban mostrando un estado emocional general muy degradado, agujero fácil para la entrada de problemas de conducta, como ladrar, morder o querer escapar.
Si uno lo piensa con calma, con sentido común propio, es difícil creer que tu perro va a dejar de tener miedo porque lo sientes a la orden, o es cuanto menos «inocente» creer que tu perro vendrá a la llamada cuando vea un conejo corriendo por el campo simplemente porque tú se lo dices. Para esto último, habría que ver que en trabajos de obediencia, muchas veces, con demasiada frecuencia, tienes que recurrir a decírselo con MUCHO miedo.
La sociedad hoy en día tiene tan asimilado que un perro bueno es el que obedece órdenes, que deberíamos dejar de mirarnos el ombligo y mirar el de los perros para darnos cuenta del daño que este estigma ha provocado.
Ya ni tan siquiera nos referimos a los métodos tradicionales de obediencia a través del castigo físico o psicológico. Incluso las personas o profesionales que tratan bien a sus perros, quieren que sus perros «hagan cosas» cuando se las pides (o a veces incluso continuamente), y qué curioso resulta que todos queremos que hagan las mismas cuatro monadas. A casi nadie se le ocurre enseñar órdenes fuera de lo estándar. ¿Será porque son las cosas que más necesitamos los humanos de ellos?, ¿o será porque nos lo han metido en la cabeza durante los últimos 30 años?
Es curioso que me fijo en que los perros que conocen menos órdenes pero que tienen libertad para ser perros son los que menos órdenes necesitan.
¿Somos por todo lo anterior contrarios a la obediencia?
SI somos contrarios a la obediencia:
- como método de sometimiento continuado para tu perro.
- como método de modificación de conducta. Aunque pueda ayudar en el proceso, su papel siempre debe ser secundario.
- cuando para conseguir los objetivos es necesario aplicar daño físico o psicológico al perro, el fin NUNCA justifica los medios.
NO somos contrarios a la obediencia:
- como ayuda ante determinadas situaciones conflictivas, siempre siendo realistas con lo que le pedimos al perro.
- cuando se usa para pasar un buen rato con tu perro y lo importante no es lo que hace, si no el tiempo de calidad que pasáis haciéndolo.
- como método de estimulación mental, siempre y cuando el objetivo sea precisamente ese y nos olvidemos de ejercer al perro presión.
El precio de la felicidad: ¿es una buena inversión contratar a un educador canino profesional?
Personalmente, la respuesta directa e inmediata es sí, siempre.
Nuestro bienestar y el de nuestro perro no tienen precio. Vuestra felicidad conjunta, tampoco.
Dicho esto, es cierto que no siempre podemos permitirnos pagar un profesional.
Para los que piensan que los servicios de un educador canino es muy caro, nos gusta evocar la idea que dice que «no te cobro 100 euros por los 10 minutos de trabajo, si no por todo el dinero que he tenido que invertir y el tiempo destinado a aprender a hacerlo en 10 minutos».
Recuerda que si has llamado a un profesional canino, es porque tú no has sabido solucionar el problema que os preocupa o afecta. Por tanto, SIEMPRE merece la pena.
¿Cómo valorar la calidad del profesional?, ¿qué profesionales nunca deberíamos de contratar?
Si ya estás convencido de que necesitas contratar un educador canino, lo siguiente que debes pensar es: ¿qué debe de cumplir este profesional para que sea el que mejor puede ayudarnos a mí y a mi perro? Te lo resumimos en la siguiente imagen:
El mejor educador canino eres tú mismo.
Ábrete, convéncete y no te engañes: no hay nadie más capacitado para solucionar los problemas de conducta de tu perro que tú mismo. Un educador canino puede ayudarte a entenderlo, puede mostrarte cómo debes realizar muchas cosas, pero finalmente serás tú, que convives cada día con él, el que deba coger las riendas y asumir la responsabilidad de vuestra felicidad conjunta. Se su educador canino, échale ilusión a vuestra relación, y comienza a pensar en ambos y no solo en ti.
Nadie, absolutamente nadie, puede hacer el trabajo por ti, los educadores caninos solo pueden ayudarte a hacer más llano el camino.
No obstante, somos conscientes de que todos hemos necesitado alguien en algún momento de nuestra vida que nos oriente cuando estábamos perdidos. Los educadores caninos pueden ayudarte a ello a partir de su formación y de sus propias experiencias.
¿Has contratado alguna vez a algún profesional canino y has tenido experiencias negativas? ¿Estás pensando en contratar algún servicio profesional pero te encuentras perdido? Estamos deseando escuchar tu caso, ¡Cuéntanoslo!
Si te ha gustado este artículo, y crees que con ello podemos aportar nuestro grano de arena para restaurar una parte de la felicidad de nuestros perros, por favor, compártelo.
Hola! Primero felicitarte y darte mil gracias por toda la información tan profesional que das en tu blog. Estoy de acuerdo contigo en que si decides tener un perro, el educador canino debe de estar desde el inicio. Yo no lo hice por desconocimiento y porque la veterinaria que atendía a mi perro me dijo que los educadores le destrozaban la mente al perro y que no contratara a ninguno. Me dijo esto sin orientarme sobre que hacer con los problemas de mi perro o matizar todo esto que explicas en este artículo. Ese fue mi primer error. Mi perro llamado Bobby es un perro reactivo, emocionalmente muy inestable. Ya tenemos un año intentando solucionar sus problemas y en este proceso me he dado cuenta de lo difícil que es encontrar a un profesional que realmente te ayude. Yo vivo en Pamplona y puedo decir que la mayoría de los centros caninos por aquí utilizan collares de castigo como el de pintxos o el cordino para solucionar este tipo de problemas. Gracias a la información que he podido leer en internet he huido de estas prácticas pero luego queda una minoría que no te hablan de estos collares pero si te dicen que la mi perro lo único que necesita es obediencia básica Y disciplina. Luego de mucho buscar he encontrado una veterinaria etologa con la que me reuniré en unos días pero de verdad que me encantaría poder contar con un educador como tu y como otros excelentes educadores que están generando estos contenidos en internet de tanta calidad pero que lamentablemente no los tengo cerca. Es una situación realmente triste. Y yo ya no se por donde buscar la ayuda que Bobby yo necesitamos.
Hola, Maider. Muchas gracias por tu comentario, por todo él. Que los educadores «le destrozaban la mente al perro» no entiendo muy bien qué quiere decir, y así como generalidad me parece cuanto menos osado. Está claro que un trabajo mal hecho no le hace bien a ningún perro, y menos si es un perro que ya tiene ciertos problemas serios o que es muy sensible… Quizás debería tener más contacto con el mundo de la educación canina, algo que por otra parte me parecería bastante lógico en un veterinario… Ya he leído tu email y voy a proceder a contestarte, espero que pueda serviros de ayuda. Cualquier cosa más que necesites, por favor, no dudes en decirnos. Os mando mucho mucho ánimo, y espero poder saber pronto que las cosas están mejorando. Un fuerte abrazo, 🙂
Tengo recogida una perra tiene un año.vino maltratada.es muy nerviosa.me la saca un chico a correr .el dice que es educador.pero la perra ladra a veces a la gente por miedo.necesito ayuda .lo del ladrido es un problema .No la puedo soltar.y ella es de caza .necesita correr.soy de oviedo. Sabéis de algún educador que me ayude
Hola, Ana. ¿En qué zona estás para poder asesorarte con un profesional educador canino de la zona?
Van tres intentos de escribir ?desde el móvil y cuando por la mitad se reinicia la página
Odio los móviles
Intentare poner mi opinión en otro momento porque es un tema el que has tocado que me parece muy importante dado el boom canino
No te preocupes, amarna, cuando puedas escribirnos tu comentario será un placer escuchar lo que querías expresar. Un abrazo,