
Igual que lanzar una moneda al aire: Reconsiderando las evaluaciones del comportamiento canino en animales de perreras
El uso de tests o cuestionarios para la evaluación del comportamiento en perros de perrera ha ido progresando considerablemente en los últimos años, a pesar de la actual ausencia de su validación científica como herramienta fiable de diagnóstico.
Pese a reconocer las significativas limitaciones de este tipo de evaluación de los perros, la mayoría de los expertos todavía sugieren como solución el continuar intentando remediar las deficiencias de dichos tests en lugar de buscar otras alternativas.
Los autores de este estudio toman una posición contraria a las tendencias actuales. A través del uso de datos preexistentes de otros estudios y mediante la aplicación de principios fundamentales para la evaluación de tests de diagnóstico tratan de demostrar que actualmente las predicciones fiables de comportamientos problemáticos en las futuras casas de adopción son probablemente poco acertadas incluso bajo un marco teórico, cuanto menos bajo las limitaciones logísticas de su implementación en el mundo real de las perreras.
Estos autores explican por qué sería tan difícil, si no imposible, calcular valores realmente fiables para algunas características de la evaluación de comportamiento canino en una perrera tal y como requeriría este tipo de actuales tests de diagnóstico para que fueran válidos.
El estudio explica a continuación las consecuencias de ignorar los resultados falsos positivos o falsos negativos en la predicción realizada por este tipo de tests, tal y como se muestra en la siguiente imagen:
En general, debería resultar evidente que los gestores de las perreras ya previenen de la adopción a perros claramente peligrosos.
Los autores de este estudio proponen que en lugar de esforzarse en resaltar los aspectos negativos del comportamiento de los perros (bajo las evidentes condiciones estresantes y temporales de una perrera) dedicándose así recursos a evaluaciones inherentemente con defectos de fondo, podría ser bastante más recomendable tanto para perros, perreras como personas si los esfuerzos se invirtieran en maximizar las oportunidades de los perros para interaccionar de formas más naturales con su entorno, que reflejen lo que se espera de ellos una vez adoptados (ej. caminar, socializar con personas, relación con otros perros, juegos, adiestramiento,…).
Igualmente, este tipo de actividades más naturales podrían ayudar a identificar cualquier perro cuyo comportamiento pudiera llegar a ser preocupante.
Involucrarlos en las rutinas normales de actividades familiares de los perros domésticos tiene el beneficio adicional de enriquecer las vidas de estos perros y minimizar el efecto adverso de ser retirados y confinados a un chenil, ya que siempre será más indicativo del tipo de personalidad y comportamiento de los perros, pudiendo ayudar a hacer a estos perros mejores candidatos para la adopción.
Véase: Patronek, G. J. and J. Bradley (2016). «No better than flipping a coin: Reconsidering canine behavior evaluations in animal shelters.» Journal of Veterinary Behavior-Clinical Applications and Research 15: 66-77.
¿Cómo aplicar esto en tu día a día? Las tasas de abandono de perros en la actualidad son desmesuradas en algunos países, como es en el caso de España. La mayoría de estos perros terminan sufriendo algún accidente o bien encerrados en perreras o protectoras a la espera de que alguna familia se fije en ellos para adoptarlos. En los últimos años se han desarrollado tests o cuestionarios de etología canina cada vez más rigurosos para tratar de definir y/o predecir el comportamiento de ese perro una vez establecido en su nuevo hogar. Sin embargo, la mayoría de estos perros viven o sobreviven dentro de lo que se conocen como "burbujas de estrés" (http://labrujulacanina.com/burbujas-estres-perros-adoptados/) de tal forma que como consecuencia de situaciones continuadas de alto estrés su comportamiento en ese momento suele estar bastante alejado de su comportamiento natural. Basándonos entre otros en este argumento, este estudio trata de demostrar la incapacidad de estos tests o cuestionarios de etología canina como "bola de cristal" para predecir muchos de los comportamientos futuros de un perro determinado. ¿Significa esto que desde La Brújula Canina estamos en contra de la adopción? No, todo lo contrario, siempre es nuestra opción prioritaria a la hora de recomendar alguna y, de hecho, todos nuestros perros son (y han sido) siempre adoptados. Sin embargo, debemos ser conscientes de este hecho para no encontrarnos con sorpresas desagradables, especialmente la "devolución" de determinados perros una y otra vez a la perrera. No me imagino peor sensación para un perro que sentirse abandonado no una, si no varias veces, a veces demasiadas. Si estos tests no sirven, ¿en qué debemos fijarnos o qué podemos hacer para adoptar un perro de una perrera? Mis recomendaciones básicas serían dos principalmente: 1) Elige con el corazón, no con la cabeza. Esto no significa que elijas el que te parezca más bonito o el más necesitado (recuerda que puede que sea complicado ayudarle), si no el perro con el que AMBOS sintáis más química, sí, eso existe y, aunque después puede revertirse, siempre es mejor empezar con un "amor a primera vista". Tu relación con tu perro es una relación de dos, recuerda permitirle opinar desde el mismo día de la "elección"; 2) ayudate de un buen profesional, no para que él te elija al que será tu compañero durante bastantes años, si no para que te asesore respecto a lo que él puede ver o identificar en la personalidad de ese individuo (a pesar de la burbuja de estrés). Afortundamente, cada vez son más los profesionales que ofrecen este servicio de asesoramiento en la adopción.
Si te ha gustado este artículo, y crees que con ello podemos aportar nuestro grano de arena para restaurar una parte de la felicidad de nuestros perros, por favor, compártelo.
Si tienes cualquier duda, sugerencia o simplemente quieres aportar tu opinión, dejanos un comentario más abajo, o bien en nuestro twitter @labrujulacanina, o en nuestra página de Facebook La Brújula Canina.
Yo tengo un pastor alemán, recogido de un pueblo de Extremadura, (estaba abandonado). Venía con filaria, lehismania, un testiculó alojado en el abdomen, desnutricion y el cuerpo lleno de perdigones.
Lo primero que hicimos fue curarle de la filaria y controlar la lehismania, ahora controlada con zyloric de 300 (1-0-1).
Hace un año le hemos castrado y sacado el testiculó dl abdomen.
Venía con todos los miedos imposible de enumerar y decidimos hacer un curso de adiestramiento, el cual le ha venido muy bien. Pero sigue teniendo un problema a nuestro entender importante y es su relación con otros perros. Si son perros que conoce (perros de familiares) no pasa nada pero si va por la calle y ve un perro, se pone en un estado ansioso y hay que controlarle porque si no se tira a marcarle, lo que supone un problema de relación e interacción con otros animales, cosa que creemos que es muy importante para su desarrollo social.
No sabe jugar ni con perros, ni con pelotas y creemos q no es bueno para el.
No sabemos cómo podemos ayudarle para que se desenvuelva con un comportamiento adecuado a su vida. También se pone alerta en cuanto oye algún ruido parecido a una explosión, aunque sea pequeña pero eso sabemos q es por los disparos que le hayan tirado. Espero que me puedan dar algún consejo de cómo actuar en este caso en concreto, nosotros somos amantes de los animales y siempre hemos tenido en casa pero los hemos criado desde pequeños y nunca se nos ha dado un caso parecido.
Gracias de antemano, un saludo
Pilar
Muchas gracias por compartir vuestra historia con nosotros, Pilar. Es realmente un caso muy conmovedor, enhorabuena por vuestra generosidad, implicación y paciencia. Creo que con una perro que nos llega en esas condiciones, lo primero que se debe hacer antes de plantear un trabajo concreto (como por ejemplo relación perro-perro) es un proceso de reconstrucción emocional. El miedo es una emoción, y estos perros la han experimentado durante demasiado tiempo y/o demasiada intensidad. Por ello, nuestro primer objetivo debe ser hacer sentir bien al perro en general, sin buscar trabajar comportamientos específicos. Puedes leer más sobre la reconstrucción emocional en este post: http://labrujulacanina.com/el-poder-de-lo-invisible-la-reconstruccion-emocional-canina/. Después de dicho proceso, podéis comenzar a trabajar de manera más activa con los problemas que quedan remanentes en el perro. Muchos perros «solucionan» sus problemas sin hacer nada activamente sobre ellos, sino simplemente al comenzar a sentirse mejor en su vida, dejan de hacer muchas cosas que antes hacían y que no eran coherentes o que no eran necesarias. Si necesitas saber más al respecto, por favor, no dudes en escribirnos a la dirección info@labrujulacanina.com. Gracias por confiar en nosotros, Pilar, un abrazo y mucho ánimo,