Muchas personas que deciden compartir su vida con un perro inician este camino con un cachorro. Durante muchos años ha existido la idea idílica de que es mucho mejor un cachorro porque es más «moldeable» desde el punto de vista del comportamiento. También se pensaba que muchos de los factores de la personalidad de ese cachorrito pueden ya desde muy pequeños predecirse, sobre todo por parte de un profesional canino. Este estudio demuestra que, aunque para algunas características esto es cierto, no obstante, para la mayoría de problemas de conducta intrínsecos al propio perro, como miedos o agresividad, esto no es del todo correcto.
Etapas en el desarrollo del comportamiento (individual y grupal) (en Border Collies)
Este estudio ha evaluado los cambios de personalidad de los perros durante la ontogenia, es decir, durante las diferentes etapas de desarrollo.
Para ello, un número total de 69 perros (de raza border collie) fueron estudiados desde los 6 hasta los 18-24 meses. Cuando los perros tenían 6, 12 y 18-24 meses de edad, sus propietarios cumplimentaron un cuestionario de personalidad del perro, el cual incluía 5 factores de personalidades divididos en 15 características.
Uno de los principales resultados fue que la personalidad de los perros permanece relativamente constante a lo largo del tiempo. Es decir, que cada perro muestra pocos cambios en su personalidad individual a lo largo de las diferentes etapas de desarrollo.
Sin embargo, determinados problemas de conducta, como miedo, agresión hacia personas, sensibilidad al adiestramiento y agresión hacia otros animales, aumentaron su frecuencia de aparición con la edad. Únicamente el rasgo de actividad/excitabilidad fue el único que no mostró cambios con el tiempo.
Este desarrollo de los problemas de conducta se produjo principalmente entre los 6 y los 12 meses de edad, a pesar de que algunos aspectos puntuales cambiaron posteriormente a esta edad.
No se encontraron grandes diferencias entre machos y hembras, lo que significa que prima más la individualidad del perro que el sexo del mismo.
Sin embargo, sí se encontraron resultados significativos al analizar el efecto de la camada (cachorros hermanos), lo que claramente indica que, o bien existe una fuerte base genética para estos problemas de conducta, o bien una elevada influencia del entorno temprano de desarrollo de los cachorros.
En conclusión, los resultados de este estudio ponen de manifiesto que, a pesar de que determinados rasgos de personalidad pueden ya identificarse desde edades muy tempranas en los cachorros de perros, es realmente a partir de los 12 meses e incluso por encima de los 2 años cuando los problemas de conducta se comienzan a desarrollar.
Véase: Riemer, S., C. Muller, et al. (2016). «Individual and group level trajectories of behavioural development in Border collies.» Applied Animal Behaviour Science 180: 78-86.
¿Cómo puedes aplicar esto en tu día a día? Si vas a incluir a un perro en tu vida y estás pensando en que sea un cachorro, considera que es complicado saber cómo se comportará dicho perro cuando alcance la etapa adulta (más de dos años). Disfrutar de la vitalidad, energía y sentido del humor de un cachorro es muy gratificante, pero debes saber que es una responsabilidad muy grande, pues mucho de lo que llegue a ser dicho perro será responsabilidad de tus acciones durante sus primeros años de vida. Los perros adultos tienen normalmente su personalidad configurada de manera más evidente, por lo que, en general, si te decides por incluir en tu vida a un perro adulto, seguramente podrás hacerte una idea más acertada de su carácter y de si tiene algún problema de conducta que te haga planteártelo. Es cierto, también, que muchos perros adultos, en especial de perreras o protectoras, se encuentran en un estado de estrés muy alto, de modo que les costará algún tiempo "sacar" su verdadero comportamiento (concepto de "burbujas de estrés"). Es fundamental recordar que, a pesar de lo que establece este estudio, hay una serie de etapas de desarrollo por las cuales el perro tiene que pasar. Una de ellas, muy problemática (así es también en muchos casos para las personas) es la adolescencia. Muchos de los problemas que muchos perros desarrollan durante la adolescencia desaparecerán por sí solos con la madurez si creamos unas condiciones adecuadas para ello y tenemos suficiente paciencia. ¿Quién no ha tenido 16 años y ha estado rodeado de amigos "hormonados" naturalmente? En consecuencia, habrá determinadas actitudes que sean normales para su edad, y que en absoluto son indicativas de que las cosas están evolucionando hacia una dirección incorrecta. Si tenemos dudas a este respecto, lo mejor es que consultemos a un profesional educador canino para que pueda evaluar a dicho perro y ofrecernos un servicio de asesoramiento especializado.
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