Dice la creencia popular que los perros se acaban pareciendo a las personas con las que conviven. En muchas ocasiones esto es cierto: los perros se fijan en nosotros constantemente, en especial en aquellas situaciones que le provocan inseguidad o miedo. Es entonces cuando es importante que actuemos como una referencia social de calma y seguridad. Descubre en este artículo los últimos avances en el concepto denominado «COMPORTAMIENTO SOCIAL».
Los perros (Canis familiaris) pueden ajustar su «comportamiento social»
Hasta la fecha se ha demostrado que los perros son capaces de cambiar su comportamiento ante determinadas situaciones en función del comportamiento de su compañero humano («propietario»), especialmente en situaciones problemáticas, lo cual se ha denominado «comportamiento social» (concepto de referencia social).
Sin embargo, podemos ir más allá: los perros no necesariamente detectan el papel concreto desempeñado por la persona en dicha situación concreta, si no que crean expectativas o predicciones sobre el comportamiento de dicha persona ante situaciones nuevas basadas en experiencias previas.
La utilización de «objetos inanimados» (ej. juguetes, como miniaturas de coches o camiones) ofrece nuevas posibilidades para investigar dicho comportamiento social, ya que de esta forma podemos eliminar, o al menos controlar, la influencia de experiencias previas junto con la persona («propietario»).
El objetivo de este estudio fue investigar si los perros son capaces de reconocer la función diferente que pueden desempeñar dos «objetos inanimados» de características distintas, así como evaluar si dichos perros son capaces de ajustar su comportamiento social en función de ello.
Durante una fase previa de aprendizaje, se presentó a los perros un problema asociado con la liberación de comida mediante dos formas distinas, en donde dos «objetos inanimados», los cuales diferían tanto en su apariencia física como en sus habilidades, ayudaban al perro a obtener una pieza de comida, cada uno de ellos con su propia forma particular.
Después de un breve periodo de experiencia, en la fase de testeo se presentó a los perros solamente uno de los problemas pero en presencia de ambos agentes inanimados, observando cuál era el comportamiento del perro.
El ajuste del comportamiento social en relación con los «objetos inanimados» sugiere que los perros pueden sacar sus propias conclusiones y generalizar (rápidamente) a partir de sus experiencias previas con humanos frente a estímulos desconocidos.
Véase: Petro, E., J. Abdai, A. Gergely, J. Topal & A. Miklosi (2016). «Dogs (Canis familiaris) adjust their social behaviour to the differential role of inanimate interactive agents.» Animal Cognition 19(2): 367-374.
¿Cómo puedes aplicar esto en tu día a día? El concepto de referencia social, definido como la capacidad de los animales sociales para modular su comportamiento en función del resto de miembros del grupo social, ha sido ampliamente demostrado en los perros. Sin embargo, en muchas ocasiones su aplicación práctica se ha centrado principalmente en considerar cada situación de manera aislada. Si tu perro tenía miedo a una determinada situación, el consejo profesional podría pasar por tener únicamente en cuenta que tu actitud ante ese estímulo problemático fuera una actitud de calma. Este estudio nos presenta unas conclusiones que van mucho más allá, puesto que pone de manifiesto que nuestros perros usarán la experiencia conjunta con nosotros para evaluar situaciones a las cuales nunca se han enfrentado con anterioridad. Desde nuestro punto de vista, esto implica generar toda una dinámica, en la cual los perros que convivan con personas que son buenas referencias sociales para ellos no solamente son capaces de enfrentarse mejor a aquello conocido que ya les puede suponer un problema, si no que serán capaces de enfrentarse mejor a situaciones desconocidas. Por el contrario, los perros que tengan como referencia social a personas que tienden a experimentar las situaciones nuevas con tensión (ej. neofobia), presentarán muchos más problemas para enfrentarse a dichos nuevos escenarios. ¿Qué implica esto? Básicamente, que solucionar los problemas de tu perro debe de pasar OBLIGATORIAMENTE por considerar cuáles son las situaciones que a ti te suponen un problema, y tratar de trabajar ambos paralelamente. Por tanto, no es una cuestión solo de que tu perro tenga problemas, JAMÁS podrás ayudarlo si no te ayudas primero a ti mismo.
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Fantástico! Me ha encantado. Los trabajos de Claudia Fugazza son super interesantes, no se si la conoces. Tuve la suerte de ir a uno de sus seminarios del método que desarrolló a partir del aprendizaje social (Do as I do) mediante el cual se puede enseñar a los perros a imitarnos, lo que facilita en muchísimas ocasiones que aprendan una determinada tarea, es impresionante 😀
Muchas gracias por dejarnos tu comentario, Daida. Nos alegramos mucho de que te haya gustado este artículo. El corazón de la fisolofía de Claudia, basado como bien dices en el aprendizaje social (también llamado en algunos foros, aprendizaje vicario o por imitación), nos parece espectacular. El hecho de que el comportamiento social esté tan arraigado en su código genético abre un mundo lleno de posibilidades para aprovecharlo desde el punto de vista del aprendizaje. Estamos de acuerdo contigo, es fascinante.